jueves, 11 de junio de 2009

5ta. Octava Encendida


Agradecemos al P. Eliomar Carrara el envío de este artículo que fue publicado en el Semanario Arquidiocesano "Entre Todos"

Lozano y frondoso… la Octava carismática celebra la octava década del Padre Elizaga

¡El P. Julio Elizaga cumplió 80 años! Los carismáticos de la Arquidiócesis invitan a celebrarlo en el marco de la «Vª Octava Encendida», el sábado 13 de junio, Ooen Casa Degli Italiani, 8 de Octubre 2651. Su lema será: “Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo y seréis mis testigos”.

Octava Encendida

¿Qué es este festejo carismático, por qué ese nombre? Si bien el Padre Julio Elizaga, pionero de la Renovación Carismática en el Uruguay, cumplió el 15 de mayo su octava década de vida (por lo que mucho nos alegramos y bendecimos a Dios), el nombre “octava encendida” no hace referencia a este acontecimiento. No ocho décadas, sino ocho días; más precisamente una semana, tal su significado.
Es la Octava de Pentecostés, ocho días a posteriori del evento, que van desde dicho domingo hasta el de Santísima Trinidad. Tal como si fuera un solo día, el júbilo del Domingo de Pentecostés se prolonga ocho días seguidos.
Así, pues, “octava encendida” –nombre que fuera sugerido por el P.Omar França- debe traducirse por octava de un Pentecostés lleno del fuego santo. Es lo que la Iglesia toda clama y agradece desde siempre: ¡Señor, envía tu Espíritu, y renueva la faz de la tierra! ¡Sí, Señor Jesús: que venga tu Espíritu Santo, y haga arder nuestros fríos y tibios corazones, para nuestra salvación y la del mundo!
En la Iglesia, además de esta octava, existen también otras, como la de Pascua y la de Epifanía. Triduos, semanas, novenas, meses, años, son otros tantos períodos que se han dado la Iglesia y la sociedad para celebrar determinados hitos. La Iglesia nos anima siempre a las comunidades a suplicar antes y a agradecer después, antes con novenas, triduos, vigilias, y después con las octavas. Es nada menos que la misma Palabra de Dios la que nos propone a la octava como modelo temporal. En efecto, el mismo evangelista San Juan dice “ocho días después” (cf. 20, 26) para ubicar cronológicamente el intervalo que va desde la primera aparición de Nuestro Señor a los apóstoles, ocurrida “al atardecer de aquel día –dice-, el primero de la semana” (20,19) y esta segunda, en la que Cristo se dirige al incrédulo Tomás.
Bíblicamente, octava quiere decir, pues, “una semana después del acontecimiento”. Por eso, más que un tiempo de súplica lo es de fiesta, una semana que invita al regocijo, a renovar el alma alabando a Dios por habernos dado una participación de su divinidad.

Fuego antiguo y siempre nuevo

Pentecostés, pórtico glorioso .y aún extraño- del libro de los Hechos de los Apóstoles, es el cenáculo y el pesebre de la nueva comunidad creyente. Allí, se nos ha enseñado, nace la Iglesia. La liturgia se inflama de divino ardor al revestir a los sacerdotes del vívido rojo, tinte evocador no ya de la sangre del Señor, sino de las lenguas de fuego con que el Espíritu Santo quiso manifestar su venida sobre los que “perseveraban en la oración, con un mismo espíritu, en compañía de algunas mujeres, junto con María” (Hechos 1,14). Y entonces, “de repente” (cap.2), la irrupción y el derramamiento: ruido celestial, ráfagas de viento impetuoso, lenguas de fuego, y aquel prodigio de la alabanza en lenguas extrañas que encontró el eco ambiguo de los que allí se juntaron, desde la admiración (v.7) hasta la burla y el desprecio (v.13). Ocasión providencialísima al fin para el primer anuncio de Cristo muerto y resucitado que realizara “Pedro, presentándose con los Once” (v.14). Predicación, conversión, bautismo e integración de “unas tres mil almas”. “Seréis mis testigos en Jerusalén… y hasta los confines de la tierra” (Hch.1,8), les había anunciado el Señor, y así habría de ser. Tal el lema discipular y misionero de la quinta octava carismática.
Como entonces, con nuestros sacerdotes y diáconos, catequistas, pastores, y junto al Papa y a los obispos, unidos a María, los católicos carismáticos invocamos al Espíritu Santo para que “renueve los prodigios, repita los portentos” y se derrame una vez más sobre toda nuestra Iglesia, para nuestra conversión y la del mundo.

Información del encuentro

Esta Vª Octava Encendida, de la que también participan hermanos del interior del país, tendrá lugar el día sábado 13 de junio, de 9 a 20 hs., en Casa Degli Italiani, 8 de Octubre 2651 casi Garibaldi. Las enseñanzas estarán a cargo del R.P. Horacio Bojorge, y del diácono Jorge Novoa, asesor de la RCC. Invitado a exponer sobre la misión estará el pbro. Néstor Etchepare, asesor de la Comisión Arquidiocesana de Animación Misionera. Animarán musicalmente el Grupo Hinení, y la eucaristía la presidirá el Pbro. Julio Elizaga a las 18:00 hs.. Se pedirá una colaboración de cincuenta pesos -con sentido de ofrenda- por participar del evento, que tiene sus gastos.

Programa

9.30 – Canto y alabanza
10.00 – Predicador: Diác. Jorge Novoa
11.00 – Espacio de Comunidades
11:30 – Predicador: P. Miguel Pastorino
12:30 – Almuerzo
14.30 – Predicador: P. Néstor Etchepare
15.00 – Rosario de la Divina Misericordia
15.30 – Predicador: P. Horacio Bojorge, si
16:15 – Testimonios 16:30 – Merienda
17.15 – Predicador: P. Horacio Bojorge, si
18.00 – Misa concelebrada. Preside P. Julio C. Elizaga
19.30 – Adoración y oración de Efusión del Espíritu Santo
20.30 – Descanso
21.00 – NOCHE JOVEN – Los jóvenes nos adueñamos de la noche con música, cantos, bailes, representaciones, mucha alegría y buena onda.


Y el más robusto hasta ochenta

Indicando la fragilidad humana, el Salmo 90 nos señala: “Aunque uno viva setenta años, y el más robusto hasta ochenta, la mayor parte son fatiga inútil, pues pasan a prisa y vuelan”. No obstante ello, la longevidad, escribió una vez Juan Pablo II, es un doble signo del amor de Dios, que da la vida y la sostiene. Ocho décadas del Pbro. Julio Elizaga lo expresan así, sin duda alguna.
Conversando hace poco con un sacerdote, decía el Padre Elizaga: “¡Qué rápido se pasa la vida, aunque yo en realidad me siento, digamos, como de unos sesenta y cinco, más o menos!” Es que uno lo ve y es así. Como versa el Salmo 1, está “lozano y frondoso, dando fruto a su hora”, igualmente luce este decano de los párrocos del Uruguay.
El mismo viernes 15 de mayo, día de su cumpleaños, recibió para el almuerzo la visita del Sr. Arzobispo, Mons. Nicolás Cotugno, y de varios sacerdotes de su generación, párrocos vecinos y otros surgidos de la comunidad de Belén. En un ambiente sereno y fraterno, Elizaga, de impecable sotana, mostró la filmación de su ordenación sacerdotal y una antigua película vocacional donde aparecen muy jóvenes y risueños algunos sacerdotes ya desaparecidos, en el antiguo seminario de Instrucciones y Propios, actual Cottolengo Don Orione.
Oramos para que el Señor lo siga manteniendo así, fructífero, al frente de su comunidad parroquial. La Octava Encendida será una bella ocasión para que todos los carismáticos podamos saludarlo y alabar juntos a Dios.

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